madre rosarioNació en Almería en febrero de 1909, poco después sus padres la llevaron a Melilla, donde su razón se abrió muy pronto a Dios. Ella dice que a los tres años “el Señor sembraba en su corazón la semilla de la vocación eucarística; disfrutaba desde su más tierna infancia cuando veía incensar al Santísimo Sacramento. Pero fue el día de su primera Comunión, a los 10 años, cuando obsesionó su espíritu el ver los sagrarios abandonados. Las ideas de don Manuel González daban fruto abundante en esta alma privilegiada. En los recreos del colegio visitaba a Jesús, pues “Él estaba solo y tenía que irse a sus pies”.

Se Hace religiosa

En Málaga hizo sus estudios de enseñanza media, y a los trece años tomó la firme resolución de ser religiosa para adorar noche y día al Señor. Años más tarde busca Instituto donde poder realizar su vocación, y ninguno responde al ideal que Él ha puesto en su corazón. Aconsejada por el Director Espiritual del Colegio, opta por ingresar en las R R. de la Sagrada Familia donde se educaba, con la esperanza de ser destinada a la Casa de las Solitarias en Burdeos, donde tienen el Santísimo Expuesto en acción de gracias por un milagro ocurrido allí al principio de la fundación. Ingresa como Postulante en Hortaleza,  Madrid, el 1 de marzo de 1928. Toma el Hábito el 26 de septiembre del mismo año. Hace los primeros Votos en 1929, y la Profesión perpetua en 1932.

Pero los designios de Dios sobre ella son otros. Pasados unos años, no sin antes reflexionarlo serenamente ante el Señor y debidamente aconsejada, deja la Congregación de la Sagrada Familia, a la que, no obstante, guardará siempre inmenso agradecimiento y cariño.

 FUNDADORA LLENA DE AMOR EUCARÍSTICO

A finales del año 1943 da en Málaga los primeros pasos para la fundación de una Obra dedicada a la Adoración Perpetua del Santísimo Sacramento. Es aprobada como Pía Unión en 1944 por el Sr. Obispo de Málaga, que, nombrado Arzobispo de Granada en 1946, en el aprecio y estima que profesa a la Madre y a la Obra, desea se establezca en su nueva diócesis la pequeña Comunidad. La Madre accede a su deseo y en 1947 se trasladan a Granada todos los miembros de la Pía Unión, donde quedará erigida como Congregación Religiosa de Derecho diocesano mediante decreto de 15 de septiembre de 1948, celebrándose solemnemente el acto de la erección canónica el 7 de octubre, fecha en que hacen públicamente los votos religiosos perpetuos la Madre Fundadora y los primeros miembros del Instituto de Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Inmaculada.

Atraídas por el ideal contemplativo, en su doble aspecto de Eucaristía y esclavitud mariana, se multiplican las vocaciones, y muy pronto se suceden nuevas fundaciones por el trabajo incansable de la Madre: Cuenca en 1949; Cáceres en 1951; Gerona y Salamanca en 1952; Orense en 1955; Jaén en 1956; Ferrol en 1958; y Córdoba 1959, última fundación que realizó la Madre.

Breve Semblanza

Dotada por Dios de cualidades naturales sobresalientes, formó su carácter entero, recto y sencillo en la meditación constante del Santo Evangelio. En él forjó lo mejor del espíritu de su Instituto, cuyo lema “Amor Inmolación” fue el compendio de su vida.

Profesó una devoción profunda a Nuestra Señora, gozándose siempre en su entrega filial a Ella.

Dio siempre ejemplo de heroicas virtudes, sobresaliendo el espíritu de fe, la confianza ciega, el amor ardiente a Dios, la caridad maternal para con todas sus hijas y la extraordinaria fortaleza de ánimo en todas las pruebas y sufrimientos que el Señor le enviara, y a pesar de las gravísimas enfermedades que siempre le aquejaron

El Padre Aldama le ayuda

Dificultades serias surgidas en los primeros años de la fundación, en referencia al carisma del Instituto, mueven a la Madre a buscar en la Compañía de Jesús, a la que siempre profesó gran estima y veneración, algún Padre que la orientara y guiara. Con este motivo visita al Padre Provincial en Andalucía el 18 de julio de 1951.

Este le señala al Padre José Antonio de Aldama y Pruaño, quien, obedeciendo a su Superior, toma bajo su responsabilidad el asunto encomendado y se entrevista con la Madre dos días después, 20 de julio. Ya en este primer encuentro ambos se compenetran plenamente. Ambos, sin saberlo, habían sido preparados por Dios para realizar esta Obra en la Iglesia. En ambos existía desde antiguo la ilusión de un Instituto que diera culto de adoración al Santísimo Sacramento en unión íntima con la Virgen Inmaculada. Ayuda a la Madre con su orientación segura y, viendo se trata de un designio providencial de Dios, se une a ella para resolver las dificultades que amenazaban de momento y que impedían al Instituto desarrollar su vida en la Iglesia. La Madre, ya en este primer encuentro con el Padre, verdaderamente providencial, ve en él la ayuda que Dios le da para llevar adelante la Obra comenzada, según el carisma que el Señor le inspirara. Pone la Congregación en manos del Padre y lo reconoce Fundador con ella del naciente Instituto.

A los cincuenta años coronó su vida

Sus últimos días en la tierra llevan un marcado sello de sufrimiento y dolor, que ella acepta y lleva con admirable paciencia, y con la alegría, serenidad y paz propias de un alma entregada y  que ha vivido a la voluntad de su Señor.

En esta paz y gozo entrega su vida en manos del Creador el 5 de enero de 1960, a los 50 años de edad. Sus restos mortales reposan en la Capilla de las Esclavas del Santísimo y de la Inmaculada en Córdoba.


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