Al inicio de este tiempo litúrgico, celebrábamos la Festividad de la Inmaculada Concepción de María. A Ella que se preparó para la primera Navidad con un Sí a Dios, dedicamos la Hora de la Gracia en tan hermoso día. Así como María gestaba a su Hijo en su vientre con amor, nosotros podemos “gestarlo” en nuestro espíritu con la preparación en estos días. Bendita sea también la Inmaculada Virgen María, que por Ella gozamos de la primera Navidad y nos ayuda con su ejemplo.